Un viaje al futuro

Posiblemente sea 'este el 'ultimo art'iculo que escribo desde aqu'i, desde China, pero sin duda me quedaron muchas cosas que contar y compartir; sin unas conclusiones esta cr'onica quedar'ia coja, incompleta y superficial, pero para sintetizarlas era necesario venir, explorar, volver y recapacitar. China es un pa'is del que seguro se nos ha escapado casi todo, pero lo asimilado merece un per'iodo de reflexi'on y documentaci'on posterior que comienza manana, d'ia en que regresamos. Espero ser capaz de plasmarlo en palabras, muy pronto.

Venir a Shanghai es sin duda transladarse en el tiempo, es un viaje al futuro. Incre'ibles edificios de arquitectura postmoderna, naves espaciales y platillos volantes repartidos por toda la ciudad. Por la noche, una iluminad'isima Nanjing Road te lleva, entre anuncios de todas las marcas, grandes carteles publicitarios, hombres y mujeres vendiendo relojes, bolsos y falsificaciones varias... hasta el Bund, paseo junto al r'io desde el que avistar la grandeza de esta mega-ciudad sacada de una pel'icula de ciencia ficci'on.

El capitalismo salvaje contrasta enormemente con un destacable n'umero de gente que est'a en la calle, sin duda el lugar de la China por nosotros conocida donde m'as miseria hemos visto. Mujeres, hombres y ninos se acercan continuamente, intentando vender cualquier cosa o simplemente pidiendo; personas que duermen en las calles o en las bocas de metro, sobre sus esterillas de bamb'u; lisiados, quemados o enfermos que, recostados en la calzada esperan la compasi'on de compatriotas o extranjeros... poblaci'on flotante, sin papeles dentro de su propio pa'is y que, como tales, no tienen derechos ni acceso a ayudas sociales de ning'un tipo.

En China existe un diferencia de estatus entre las zonas rurales y las urbanas, que se hereda de padres a hijos, generaci'on tras generaci'on. As'i, al nacer, cada individuo recibe sus nombres y apellidos, y su "denominaci'on de origen". Las declaradas zonas urbanas son los ejemplos de crecimento y desarrollo del pa'is, a nivel interno e internacional; es la China que se muestra, la China que se abre al mundo y que escala posiciones reventando todos los records e 'indices imaginables. Pero la China rural sigue ah'i, una generaci'on tras otra... el salto a la urbe de forma legal est'a rigurosamente restringida y es casi imposible, salvo casos muy concretos. Es 'esta una estrategia del gobierno para evitar el danino 'exodo rural que se est'a dando en otros pa'ises, y los que dejan sus pueblos para buscar oportunidades en entornos urbanos (y los hijos de 'estos), se convierten as'i en "oficialmente no existentes", poblaci'on flotante.

Aqu'i me despido de este pa'is, del que todos habremos de aprender mucho en un futuro no muy lejano; un pa'is que con prudencia despierta y prepara el que quiz'as, y ojal'a, llegue a suponer el equilibrio definitivo de este planeta.

El comienzo de un viaje al futuro.

Yangshuo y Guilin

Entrar y salir de Hong Kong es realizar un paso por una frontera en toda regla, con todo lo que ello conlleva: varias colas, rellenar los mismos formularios una y otra vez, ensenar pasaportes y visados, cambio de moneda (en H.K. s'olo aceptan d'olares honkoneses)... M'as de dos horas, mochilas a la espalda, y un resaca bastante curiosa. S'olo nos ayudaba pensar en el bus-cama que nos esperaba al otro lado, una vez superado el proceso fronterizo en Guangzhou, para llevarnos durante la noche a Yangshuo.

Cuando, finalmente, llegamos a la estaci'on, ya preparados para una pl'acida noche de descanso, imaginad nuestra sorpresa al descubrir que el ansiado autob'us no era m'as que uno regular, con asientos de toda la vida y largas horas de trayecto por delante... pero sin duda mereci'o la pena, pues el destino que nos aguardaba es m'as que maravilloso.

Yangshuo es un pueblo pequeno, bastante tur'istico y ruidoso, pero con un encanto incomparable debido fundamentalmente a los paisajes que dibujan las formaciones de roca que lo rodean, a todo lo largo de los dos r'ios que lo atraviesan. Las montanas de roca, puntiagudas y cubiertas de vegetaci'on, representan los m'iticos paisajes chinescos por todos conocidos a trav'es de fotos, pel'iculas o dibujitos animados (venga...qui'en no ha visto Goku?). Un paseo en bici durante todo el d'ia fue suficiente para disfrutar Yangshuo y sus alrededores, encontrando a nuestro paso campos de arroz, pequenas aldeas rurales, y, sobre todo, preciosas escenas que observar y fotografiar. Desde luego un sitio para recomendar, pues aunque tur'istico, es viable perderse y encontrar rincones de tranquilidad absoluta.

Guilin se encuentra un poco al norte de Yanshou, Li river arriba, y, si bien es una ciudad mucho m'as grande y bulliciosa, mantiene la caracter'istica de paisajes de roca y parques junto al r'io y, lo que es m'as curioso, todo dentro de la ciudad, entre sus calles y edificios. A mi modo de ver, un lugar que conjuga las ventajas de la urbe con el frescor que regalan la naturaleza, las aguas de un ancho r'io y la cercan'ia de las montanas... Calidad de vida.

Los reyes de la pista

Bueno, bueno... son muchas las cosas que se pueden contar de Hong Kong, pero sin duda nuestro paso por el Manhattan asi'atico ha sido inolvidable, y quedar'a en nuestro recuerdo por la noche que pasamos: FIESTA FIESTA Y M'AS FIESTA!!Pues s'i, cuando cuatro espanoles se lo proponen, la diversi'on est'a asegurada, y el encuentro con Mar'ia y Cristina merec'ia una celebraci'on por todo lo alto, a lo honkon'es, ni m'as ni menos...

El d'ia comenz'o "turisteando" por la ciudad, donde las multitudes caminan bajo los gigantescos edificios y alt'isimos rascacielos, y donde las calles est'an repletas de luminosos que casi lo anuncian todo. Precioso atardecer desde el pico m'as alto de Hong Kong Island (Victoria's Peak), con sus espl'endidas vistas a los rascacielos por un lado, y a las pequenas islas del sur por el otro; tras la ca'ida del sol, la ciudad comienza a iluminarse, regalando un paisaje futurista, lleno de luz, color y reflejos en el mar.

En Hong Kong mucha gente habla ingl'es, y as'i fue como conocimos a tres personajes locales, que se sumaron a nosotros y nos acompanaron durante buena parte de la noche. 'Esta incluy'o unas horas de cerveceo en un bar de karaoke (todo un cl'asico en China, les encanta el karaoke y jugar a los dados mientras beben), y largas conversaciones. Pero claro, (esto tambi'en empieza a ser un cl'asico), el carrete "andal'u" es dif'icilmente soportable por las gentes de aqu'i, y lleg'o el momento en que nuestros companeros nos abandonaron no sin antes acompanarnos a una discoteca de moda, lo m'as en raves de H.K.

Entramos, y en menos que canta un gallo ten'iamos el "cotarro" controlado. La mayor'ia era gente local, pero algunos guiris despistados se tomaban una copa en la barra. La m'usica... regul'a n'a m'a, con la 'ultima versi'on del Pluma gay (Morancos), en chinorri! y otros tantos temas de chunta chunta ochentero. Nos 'ibamos ambientando, apoquito a poco, y en el mejor momento... bum!! REDADA!

Pues s'i, redada en una rave en H.K., con encierro en un zulo preparado para turistas. Nos separaron de la gente local, y nos metieron en una habitaci'on donde habr'iamos de esperar a la polic'ia, para los correspondientes registros y entrega de la documentaci'on. Nosotros en todo momento sab'iamos que est'abamos a salvo, pero no sabemos qu'e fu'e de los crapulillas que rondaban por la pista... 2 horas sin poder salir de all'i, y en el momento en que est'abamos m'as agustito, de nuevo abrieron la pista y se llen'o en pocos segundos, como si no hubiese pasado nada! Puro tr'amite esto de los registros raveros honkoneses!

Hasta las 7:30 estuvimos bailoteando sin parar, con peligro de empalme con el d'ia siguiente, pero finalmente nos otorgamos unas horitas de sueno para el largo viaje que nos esperaba, rumbo a Yanshou y Guilin.

En fin, un d'ia y una noche sin desperdicio alguno; nuestro paso por Hong kong ha sido breve, pero intenso.

Compartiendo

Anoche, sin comerlo, beberlo ni planearlo, acabamos conociendo la noche "nanningciana" con un amigo que conocimos, Wan Chunning, cuyo nombre significa "una primavera", y que se acerc'o a nosotros en un parque y en unas condiciones que merecen ser descritas:

Tras cenar, y dando un paseo por en centro de Nanning, encontramos un parque en el que parec'ia haber ambientillo. La gente se sentaba en grupos, y con instrumentos tocaban y cantaban canciones populares chinas; cerca de uno de ellos nos sentamos, y observando, decidimos acercarnos cuando empezaron a bailar. Hicimos alguna foto, y nos sentamos en el suelo delante de ellos. Pasados unos minutos, mirando hacia atr'as comprobamos que mucha gente se hab'ia acercado, y que el c'irculo era entonces enorme. La senora bailaba muy bien, y a veces alg'un senor le acompanba. La melod'ia y movimientos recordaban un poco a la m'usica y baile 'arabes, y la bailarina se serv'ia de un panuelo y un abanico. Bien, entonces empez'o todo.

La mujer empez'o a hablar, y claro, nosotros no entendimos nada hasta que sus gestos y palabras se dirigieron directamente hacia nosotros, y hac'ia m'i concretamente. Se empen'o en sacarme a bailar. Me negu'e rotundamente, claro, pero ella aplaud'ia y todo el p'ublico la segu'ia. Mi hermano la apoyaba, aplaudiendo tambi'en. Cada vez que 'el empezaba a aplaudirme para que saliera al centro del c'irculo (qu'e cabr'on!), todos los chinorris le segu'ian... y all'i estaba yo, presionada por 30 o 40 chinos y un espanol traidor, entre aplausos... qu'e cojones, pues a bailar! Y as'i fue como la bailarina y yo juntas nos bailamos un temita, ente risas y aplausos, yo sigui'endola a ella, ella ri'endose conmigo... y mi hermano, imaginad como disfrutaba...

Tras estos breves momentos en la c'uspide del estrellato, nos sentamos de nuevo, pero evidentemente todo el mundo me segu'ia observando; fue entonces cuando conocimos a Wan ("al Juan", as'i lo llamamos), que se acerc'o a hablar con nosotros. Hablaba ingl'es bastante bien, y tuvimos la posibilidad de preguntarle un mont'on de cosas. Por fin algui'en de China a qui'en pedir opini'on sobre temas de actualidad, pol'itica, econom'ia... Compartimos nuestras visiones sobre temas internacionales o sociales; sobre el estado del pa'is, sobre su futuro, sobre el estado de Hong Kong y sobre el conflicto con Taiwan. Sobre deportes, m'usica, costumbres, formas de vida... Dedicar'e un art'iculo a esta conversaci'on, que ha sido tremendamente interesante y educativa.

Tras hablar, hablar y hablar, nos llev'o a un bar de ambiente, que a'un siendo tarde, segu'ia abierto, con buena m'usica y gente. El lugar era super moderno, y todos (la mayor'ia eran chicos) super "fashionetis". Wan pidi'o un cubo lleno de hielo y cervezas, y nos las estuvimos bebiendo mientras jug'abamos a los dados y charl'abamos, hasta las 3 de la manana. En China la homosexualidad no es ilegal como en otros pa'ises con reg'imenes comunistas, pero nos sorprendi'o muy positivamente la apertura que pudimos observar anoche.

Lo cierto es que ech'abamos en falta compartir momentos como 'estos con gente local, escucharles y entenderles, dialogar, responder as'imismo a sus cuestiones, explorar su cultura, desvelar inc'ognitas que nos han acompanado durante el viaje, tomar unas cervezas, divertirnos juntos... compartir.

El estado del mundo

Asomarse a internet y ver el estado del mundo...

Nuevas fotos

Hemos subido nuevas fotos al blog. Las pod'eis encontrar en los art'iculos "El pa'is de las nubes" y "Sensaciones y motos". Adem'as, parece que ahora la censura se suaviz'o; ya podemos ver el blog, y por tanto, leer vuestros comentarios.

Saludos desde Nanning, donde esperamos a Mar'ia y Cristina, que a'un est'an en Beijing pasando "tela de cal'o" y disfrutando de las romer'ias chinorris.

La selva, imponente

Nunca hab'iamos sentido tanto respeto ante la naturaleza como hoy. Saliendo desde Mandain, un pequeno pueblo rural rodeado de plataneras y campos de arroz, y siguiendo un estrecho camino que transcurre junto a un r'io de aguas rojizas, nos introdujimos en la selva, escapando del sol y adentr'andonos as'i en la eterna sombra.

Alt'isimos 'arboles, densa flora y much'isima fauna, sobre todo insectos. Caminamos, sobre todo al principio, con mucha cautela, pues es un medio por nosotros desconocido e imponente. El haber le'ido los animales que podr'iamos encontrarnos (elefantes salvajes, cobras reales, osos, panteras, loros, v'iboras, monos, pitones...) nos hizo montarnos alguna pelicullila que otra que aviv'o a'un m'as la inquietud. No nos encontramos a ninguno, claro.

Tras un par de horas de subida, en la que nos topamos, eso s'i, con huellas y mojones de elefantes en algunos tramos, llegamos a una cascada espectacular. El rugido del agua y la fuerza del r'io en ese punto, junto a grandes rocas y una min'uscula playa de arena, invitaban a un bano que, tras la subida y sudada correspondiente (el clima tropical es lo que tiene!), nos pareci'o el mejor de los premios.

Ha sido sin duda hoy uno de los d'ias en que m'as hemos disfrutado, una gran experiencia, nueva y alucinante, que esperamos poder repetir muy pronto. Un d'ia perfecto.

Treinta horas y cuatro registros

Para llegar a Jingon , ciudad del sur de China y colindante con Laos y Birmania, hemos "disfrutado" de un intens'isimo viaje en autob'us de nada m'as y nada menos que 30 horas. Un descubrimiento los buses-cama, nunca vistos en Espana: 3 filas de literas, ubicadas en paralelo con las ventanillas, y realmente c'omodas... hasta que la carretera empez'o a presentar "falta de asfalto" y los brincos dificultaron la posibilidad de dormir. Pero lo cierto es que largos viajes como 'este (largo en horas, no as'i en kil'ometros), a una velocidad punta de 40 Km\h, ser'ian dur'isimos de no poder adoptar una postura horizontal.

Parece que la ruta que hemos hecho es la v'ia de entrada para el tr'afico de drogas (opio fundamentalmente) y armas en China, y as'i lo hemos comprobado: Hemos sufrido cuatro registros, tres de los cuales se dieron en el transcurso de las dos primeras horas de viaje, y el 'ultimo ya casi al final. Al principio no lo pod'iamos creer... otra vez? La t'ecnica policial es la siguiente: entran por parejas, alambre en mano, y registran a conciencia a algunos, levemente al resto. El primer paso es una mirada a los ojos, profunda y amenazante, con el objetivo de poner nervioso al presunto traficante (en China, cuando alguien es detenido, es considerado culpable, y ha de demostrar su inocencia); entre registro y registro, golpes con el alambre o un destornillador a todas las barras, soportes... Por supuesto, a todos nos ped'ian la documentaci'on y nos preguntaban por qu'e 'ibamos a Jiangon, y para qu'e. Y a los desafortunados que les tocaba el registro duro, les abr'ian todo... a un chico incluso le agujerearon los zapatos con el alambre para despu'es olerlo, por si llevaba botines tuneados con c'amara de aire llena de opio... A nosotros tambi'en nos han registrado, pero levemente. Me ha impresionado la naturalidad con que nuestros companeros de viaje se lo tomaban, ni una r'eplica, queja o similar. Nosotros, con la ventaja de que no nos entienden, hemos podido practicar un poco de guasa vacililla a los agentes de la ley!

Jingon es la zona m'as selv'atica de la China, y eso es precisamente lo que estamos buscando. Hace ya unas horas que hemos llegado, y no ha parado de llover. Es 'epoca de lluvias, y adem'as clima tropical, pero esperamos poder ir manana a una reserva natural donde hay toda clase de animales, elefantes, aves tropicales, plantas ex'oticas... y as'i poder disfrutar de la jungla de este inmenso y variado pa'is.

Un para'iso fronterizo

El lugar desde el que escribo ha sido duda un acierto en nuestra ruta improvisada, un para'iso lleno de color y con sabor a... Birmania.

Ruili es el u'ltimo rinc'on del Yunn'an antes de Birmania, y como toda ciudad fronteriza, su caracter'istica m'as notable es precisamente esa: fronteriza. A unas 8 horas al oeste de Dal'i, hab'iamos de desviarnos de nuestra ruta hacia el sur, pero afortunadamente decidimos explorarla y de veras ha merecido la pena. El clima y la vegetaci'on son absolutamente tropicales, si bien el calor es muy soportable. De la ciudad en s'i destacar el mercado, lleno de vida y de gente, muchos puestos de comida, animales, sacos de especias (guindilla sobre todo), frutas tropicales, enormes melones como nunca hab'iamos visto, mangos... Un simple paseo por la ciudad es suficiente para distinguir varias etnias diferentes, y para observar que la gente vive eminentemente de la agricultura. Ni un s'olo turista, ni chino ni occidental.

Nuestros brazos han estado en Birmania hoy. Hay un pequeno pueblo, Ji'eg'o, ap'endice de China dentro de Birmania, en el que se encuentra la frontera oficial. Alrededor, como siempre, kil'ometros y kil'ometros de alta valla infranqueable. Ji'egao est'a habitado en su mayor'ia por birmanos que han montado sus negocios o simplemente se han instalado all'i. Est'a a un par de kil'ometros de Ruili, y los separa un ancho r'io y un peaje que s'olo cuesta 2 yuanes (20 c'entimos de euro). La calle principal acaba en el puesto fronterizo, donde un par de polic'ias chinos se aseguraron de hacernos entender que sin visa no pod'iamos pasar; ya lo sab'iamos, pero hab'ia que intentarlo! Una pena tener un pa'is tan ex'otico como desconocido enfrente, y no poder adentrarnos en 'el... Un consejo para futuros viajeros con destino a Asia: si v'ais a pasar cerca de alguna frontera con otro pa'is, merece la pena tener un visado para entrar, y otro de m'utiples entradas para el pa'is desde el que se cruza (para poder volver), porque la tentaci'on es enorme!

La maravilla de este sitio la hemos encontrado mientras recorr'iamos, de nuevo en moto, las afueras y aledanos de la ciudad. Carreteras de adoquines que nos han llevado a unos lugares id'ilicos, atestados de plataneros y vegetaci'on muy abundante, y salpicados de pequenos lagos junto a humildes casas de madera o estera. La mayor'ia de la gente que vive en las afueras es poblaci'on birmana, muy f'acilmente reconocibles por sus rasgos y color, mucho m'as oscuro. Muchos no tienen los ojos rasgados y podr'ian pasar por indios. Visten telas amarradas a la cintura a modo de faldas, los hombres de cuadros, las mujeres de vivos colores. La mayor'ia utilizan, as'imismo, sombreros de paja triangulares de grandes alas, como los que usan los chinos en las zonas rurales. Transportan a sus hijos el telas a la espalda (los chinos utilizan cintas), y llevan grandes cestas a cada lado de sus bicicletas o motos, repletas de frutos, verduras u otros v'iveres.

Deambulando, y tras avistar un curioso y alt'isimo monumento e ir en su busca, dimos con un lugar incre'ible. Al girar una curva, nos encontramos frente a un enorme Buda, situado debajo de un altar gigante, rodeado a su vez de varias cabanas de madera y paja; el lugar estaba repleto de gente, la mayor'ia birmanos vestidos con su mejores galas, y algunos monjes con sus caracter'isticas t'unicas naranja y granate. Las mujeres y los ninos, y tambi'en algunos hombres, lijaban varas de mimbre, o finos tallos de madera, para despu'es agruparlos en paquetes de quince o veinte. Algunos lo hac'ian sentados, descalzos, a los pies del Buda, otros, charlando y comiendo alegremente cerca de las cabanas. Algunas mujeres sub'ian, tambien descalzas, a una de las cabanas, con ofrendas en las manos, para bajar luego con las manos vac'ias. Un enorme 'arbol con ra'ices exteriores ofrec'ia una preciada sombra bajo la cual sent'abanse tambi'en grupos de personas en pequenas mesas y bancos, ante platos de frutas y arroz; todos lijando tallos.

Una l'astima no saber qu'e hac'ian o por qu'e; una pena no poder hablar con ellos para que contestaran a nuestras m'ultiples preguntas. En estas situaciones es cuando realmente se siente la falta de comunicaci'on; inevitable la frustaci'on de no poder descifrar tantas cosas, pero gratificante la satisfacci'on de haber tenido la oportunidad de compartir este momento m'agico con ellos, y con vosotros.

Dal'i, the layed back city

Since english is the first language for traveleres, and also for our non spanish speakers friends, I think it is quite fair to write at least une article in this world wide lenguage. Sorry for the mistakes I'll probably make.

Dali is a really beautiful city, not as turistic as Lijang, but also with its Old City full of shops and people. The old area seems to be actually old, so more authentic and real than Lijang's. We have seen quite a lot of foreigners, occidental people, and, of course, plenty of chinese turism.
The hostel we stayed at, Friends Guest House, is a nice place, actually really...friendly. The city is fast to see, we rented a pair of bikes and saw it all in one day, visiting the little places out of the Down Town (center). We also rode around the countryside, which is a lot more tropical than the places we have visited by now.

The Old City has a few streets full of bars to drink and eat, but, as usually, we went out of the expensive circuit to the popular area, and had some cheap and cool beers and a few sticks each. It is a perfect place to hung out and rest after buses, trains and long trips overland, but, since we weren't tired at all, a few days were more than enough to spend in this city, surrounded by a huge and gorgeus lake.

En el Yunna'n

Saliendo de Tibet, la primera ciudad en la que paramos fue Zhongdi'an, tras haber parado dos d'ias en un pequeno pueblecito rural llamado Xi'angch'eng, en que lo pasamos realmente bien: banos en el r'io, una noche de Karaoke en la discoteca del pueblo (vaya espect'aculo dimos), cerveceo en un antrillo que result'o ser un puticlub, pinchitos en los puestecillos hasta altas horas de la madrugada, concurso local de escupitajos mientras esper'abamos el autob'us, borrachines espont'aneos del pueblo sent'andonse a nuestra mesa... En fin, toda una experiencia en un lugar que no est'a acostumbrado a recibir a extranjeros y que, por tanto, nos d'io a nosotros el mejor de los recibimientos.

La regi'on en que nos encontramos, Yunna'n, es tambi'en llamada "La regi'on de las drogas blandas", y en seguida descubrimos por qu'e. Desde Zhongdian partimos temprano hacia Quiatou, desde donde comenzari'amos un treking de dos d'ias a trav'es de la Garganta del Salto del Tigre (Tiger Leaping Gorge). El r'io Yandzi recorre esta garganta, una de las m'as profundas del mundo, ofreciendo un paisaje espectacular que adem'as, curiosamente, no est'a a'un muy explotado (hasta que los chinos se empiecen a aficionar al treking, claro). Salvo alg'un contratiempo de tipo econ'omico (al bajar a la carretera, los taxis y precios de todo demuestran la existencia de una mafia "explotadorea de turistas"), y alg'un que otro desprendimiento sin importancia (uno de ellos nos oblig'o a quedarnos otra noche porque cortaba la carretera), todos hemos quedado encantados con la excursi'on a la garganta que, adem'as, puede que tenga sus d'ias contados, pues existe un proyecto para la construcci'on de 11 presas a lo largo del r'io que de quedar finalmemte aprobado constituiri'a el fin de la maravilla que estos d'ias hemos disfrutado.

La marihuana crece por todos lados, silvestre. Un para'iso de c'anamo para fumadores de todo el mundo, pero, por supuesto, con truco: !Ni un cogollo!. Como decimos nosotros: "Esto no hay por donde cogerlo!... La frustaci'on nos aborda por todos los frentes... Mucho lirili, pero poco lerele...." Vamos que no, que ni un cogollo. Mucho macho y poca hembra. Por eso se llama la regi'on de las drogas blandas... Y tan blandas!!!

Lijang fue nuestro destino siguiente. El encontrar de nuevo multitudes tras la estancia en la montana nos descoloc'o un poco al principio, pero r'apidamente qued'o superado pues es 'esta una ciudad preciosa, si bien algo "artificial". Sufri'o un gran terremoto en 1.996, tras el cual el gobierno invirt'io grandes cantidades de dinero en la reconstrucci'on y creaci'on de una Old City, recorrida por canales y casas de arquitectura t'ipica del Yun'an; fue declarada Patrimonio de la Humanidad algunos anos despu'es. Pero lo que m'as nos gust'o fue perdernos por los barrios colindantes al "parque tem'atico", fuera de la Old City, mucho m'as aut'entico y, por supuesto, m'as barato. Alquilamos tambi'en una bici de dos plazas, un Tandem, con el que paseamos por toda la ciudad, con las correspondientes carcajadas que supone viajar en este medio de transporte: "Hermana, pedalea! Para! Para!..."

Nuestro companeros de viaje ya se han marchado, para regresar a Espana. Desde aqu'i un gran besako a los tres miembros de esta familia que hemos creado, a los que echaremos much'isisimo de menos, por el gran equipo que hemos formado... y por lo grandes que so'is!

Ahora estamos en Dal'i. Hasta ahora lo que hemos visto nos ha gustado mucho, es una ciudad tranquila y relajada, para pasear, tomar cervecitas, comer pescado y moluscos... Hemos decidido que vamos a entrar en Vietnam, una escapada de unos d'ias a Hanoi pondr'a una guinda al viaje antes de encontrarnos con Mar'ia y Cristina en Nanning. Pero antes de eso a'un nos quedan muchos d'ias para seguir explorando esta regi'on. Que as'i sea!