sábado, agosto 19, 2006

Los reyes de la pista


Bueno, bueno... son muchas las cosas que se pueden contar de Hong Kong, pero sin duda nuestro paso por el Manhattan asi'atico ha sido inolvidable, y quedar'a en nuestro recuerdo por la noche que pasamos: FIESTA FIESTA Y M'AS FIESTA!!Pues s'i, cuando cuatro espanoles se lo proponen, la diversi'on est'a asegurada, y el encuentro con Mar'ia y Cristina merec'ia una celebraci'on por todo lo alto, a lo honkon'es, ni m'as ni menos...

El d'ia comenz'o "turisteando" por la ciudad, donde las multitudes caminan bajo los gigantescos edificios y alt'isimos rascacielos, y donde las calles est'an repletas de luminosos que casi lo anuncian todo. Precioso atardecer desde el pico m'as alto de Hong Kong Island (Victoria's Peak), con sus espl'endidas vistas a los rascacielos por un lado, y a las pequenas islas del sur por el otro; tras la ca'ida del sol, la ciudad comienza a iluminarse, regalando un paisaje futurista, lleno de luz, color y reflejos en el mar.

En Hong Kong mucha gente habla ingl'es, y as'i fue como conocimos a tres personajes locales, que se sumaron a nosotros y nos acompanaron durante buena parte de la noche. 'Esta incluy'o unas horas de cerveceo en un bar de karaoke (todo un cl'asico en China, les encanta el karaoke y jugar a los dados mientras beben), y largas conversaciones. Pero claro, (esto tambi'en empieza a ser un cl'asico), el carrete "andal'u" es dif'icilmente soportable por las gentes de aqu'i, y lleg'o el momento en que nuestros companeros nos abandonaron no sin antes acompanarnos a una discoteca de moda, lo m'as en raves de H.K.

Entramos, y en menos que canta un gallo ten'iamos el "cotarro" controlado. La mayor'ia era gente local, pero algunos guiris despistados se tomaban una copa en la barra. La m'usica... regul'a n'a m'a, con la 'ultima versi'on del Pluma gay (Morancos), en chinorri! y otros tantos temas de chunta chunta ochentero. Nos 'ibamos ambientando, apoquito a poco, y en el mejor momento... bum!! REDADA!

Pues s'i, redada en una rave en H.K., con encierro en un zulo preparado para turistas. Nos separaron de la gente local, y nos metieron en una habitaci'on donde habr'iamos de esperar a la polic'ia, para los correspondientes registros y entrega de la documentaci'on. Nosotros en todo momento sab'iamos que est'abamos a salvo, pero no sabemos qu'e fu'e de los crapulillas que rondaban por la pista... 2 horas sin poder salir de all'i, y en el momento en que est'abamos m'as agustito, de nuevo abrieron la pista y se llen'o en pocos segundos, como si no hubiese pasado nada! Puro tr'amite esto de los registros raveros honkoneses!

Hasta las 7:30 estuvimos bailoteando sin parar, con peligro de empalme con el d'ia siguiente, pero finalmente nos otorgamos unas horitas de sueno para el largo viaje que nos esperaba, rumbo a Yanshou y Guilin.

En fin, un d'ia y una noche sin desperdicio alguno; nuestro paso por Hong kong ha sido breve, pero intenso.