jueves, agosto 02, 2007

Ébano, de Ryszard Kapuściński





Este recorrido por el continente africano de los años sesenta y setenta se convierte en una emocionante experiencia. Es un viaje en un medio de transporte muy especial: los textos de Kapuściński. Este escritor y periodista, nacido en Varsovia en 1932, falleció el 22 de Enero de este año, dejándonos una extensa obra, escrita desde muchos lugares del planeta y en distintos géneros del periodismo, e inspirada por una vida intensa y llena de experiencias, viajes y, sobre todo, humanidad.

Ébano se publica en España en el año 2000, pero nos traslada en el tiempo situándonos en los años 60 y 70, y colocándonos en el centro de las revoluciones y los movimientos independentistas de más de 20 países africanos. Las naciones Africanas se hayan en pleno despegue hacia la independencia, y los conflictos son muchos y variados, después de la colonización europea que comenzara con el reparto de África a mediados del siglo XIX.

Instalado en los barrios populares de las capitales africanas, recorriendo el desierto con los nómadas, como huésped de los campesinos de la sabana tropical o a bordo de un camión encontrado por casualidad, Kapuściński se sienta a escribir para narrarnos lo que ve, lo que sucede, lo que siente. Y también qué ve la gente, qué les sucede y qué sienten. Evitando las rutas oficiales, conviviendo con cucarachas, enfermo de malaria o soportando un pegajoso calor, nos informa sobre los acontecimientos políticos que transcurren, y nos explica el contexto histórico y cultural del país en que se encuentra. Él está dentro y vive los conflictos junto a hombres y mujeres africanos, huyendo de las limpias y frescas habitaciones de hotel donde se alojan los corresponsales extranjeros.

Un libro de un rigor histórico intachable, que nos muestra algunos capítulos de la historia de este gran continente olvidado. Ébano nos regala información precisa y veraz, contada desde las historias más cotidianas, a través de la mirada de la gente que vive los sucesos que se narran. Ellos son los auténticos protagonistas de este libro. África es un mundo en sí misma, de una variedad y riqueza asombrosas, y que sufre aún las consecuencias de una historia desgarradora de la que todos somos responsables.

No podemos olvidarnos de África, y Kapuściński, con sus crónicas, nos ayuda a comprender por qué.