lunes, octubre 29, 2007

Reflexiones de una mzungu





De nuevo tengo un rato para sentarme a escribir. Como viajo con el portátil, mis entradas en el blog son indiferidas, esto es, las escribo en casa y cuando accedo a Internet, las subo. Al final decidimos quedarnos el fin de semana en Mwala, y así avanzar en el trabajo que tenemos por delante y compartir estos días con las personas con las que vivimos, que tan hospitalarios son.

Acabamos de llegar del río, del lugar donde la gente va a recoger el agua. Pero el río no tiene agua, es un río de arena clara que recorre el valle a lo largo del cual hay agujeros excavados, que son las fuentes de recogida. Así, la gente baja desde sus casas con garrafas vacías, bien a la espalda o sobre burros, se introducen en el agujero para llenarlas, y las suben de nuevo, ahora mucho más pesadas, para regresar a casa a pie. La hierven, y la utilizan para beber y cocinar.

La gente ya se va acostumbrando a vernos, y ya nos saludan: How are you, mzungu? También se escucha a veces a algún hombre gritar, desde un matatu: “white woman!”. Los mzungus somos los blancos, claro, que aquí más que blancos parecemos transparentes… tenemos más mala cara que los pollos del Simago… Hoy nos han confirmado nuestra sospecha: nunca un blanco había estado aquí. Por eso los niños nos miran extrañados, y se muestran tímidos y reservados. Nos observan de lejos al principio, riendo, y se van acercando poco a poco. Al saludarlos y tenderles la mano, sólo los más valientes se atreven primero, y una vez abierta la veda, se acercan todos los demás.

Nos han llevado a un funeral hoy. Aquí, desde que la persona muere hasta que es enterrada (la entierran junto a sus casas), pasa al menos una semana, durante la cual la familia se va preparando para el gran despliegue de medios que supone la ceremonia. Primero una larga misa (casi dos horas), con mucho canto y timbales, y discursos de curas y familiares. Uno de los curas, en su intervención, arrancaba las risas de los presentes constantemente –hablaba en Akamba, así que nosotros cogiendo moscas, claro- y luego, de nuevo música y baile. Una vez finalizada la misa, la gente se desplaza a la casa de la familia (había mucha, muchísima gente), y allí se come a reventar, se canta, y se baila. Luego el entierro, de nuevo discursos y agradecimientos, y a casa.

Y es que aquí se canta todo el rato. Nosotros vivimos al lado de la iglesia, y cada mañana, al levantarnos a las 7:30 u 8:00, escuchamos los cánticos dentro, que se prolongan durante casi toda la mañana. Al pobre de Josemi, que duerme en la misma habitación que Stephen, el más joven de los curas que viven en la casa, le ponen gospel también al ir a la cama, y por supuesto al levantarse… Va a acabar ”Gospel-saturator”: Gospel durante el desayuno, durante la cena, gospel a mediodía…

La gente se acuesta muy temprano en Mwala, pero ya hemos encontrado un garito en Machakos que pinta bien: cerveza fría (eso es el gran lujazo), pista de baile, y unos altavoces más grandes que yo (esperemos que el DJ no pinche gospel…). El Miércoles es el Ladie´s day, así que pasaremos a ver qué se cuece… Sí, digo que aquí las bebidas se beben del tiempo, y aún en los sitios en que hay frigoríficos, se beben tal cual. María y Clara estarían encantadas, con lo que les gusta una buena cocacolita calentita, del tiempo, sin hielo, sin limón y sin ná…Yo por mi parte, no tengo problema: ¿Tuscker caliente (es la cerveza local)? Ea, po caliente, “paentro”…

Estoy disfrutando cada minuto. Este lugar ofrece todo lo que me parece atractivo: muy buena gente y muy comunicativa, con la que conversar y compartir opiniones, un montón de cosas nuevas por todos lados, un entorno precioso, muchas de cosas que aprender y muchos días aún por delante – ¡esta es buena eh!-, y un trabajo interesante que desarrollar, un reto que afrontar. Tenía ganas de venir a África por primera vez, y un poco de miedo a quedar desilusionada –tan altas y enormes eran mis expectativas-, pero éstas están siendo superadas con creces. Aún no me he ido, y ya quiero volver.

Kesho África.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sólo mandarte un bessssso gigante!!!
Te echo de menos por las mañanas en mi PC.

Diana

3:56 p. m.  

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